Un sencillo soneto premiado en el concurso de Palabras Prestadas.
Soliloquio, ilustre, hambres, brío y brea
La soledad del camino pedestre
con grandeza marca tu pensamiento,
soliloquio en feliz esparcimiento
especiado con la quietud campestre.
Nunca pretendiste ser hombre ilustre,
pero para mil hambres de saberes
buscaste conocimientos mejores
sin que la soberbia fuera tu lastre.
Labras con juvenil brío y aliento
poemas como esculpidos deberes,
en libros que no te dejan contento
pues es siempre el mayor de tus pesares
la brea de auto-crítico argumento,
que te tortura en todos los lugares.
Julio Alcalá
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